Que la frialdad de la luna y la calentura del sol
Evaporen los demonios de la abstinencia,
Que cada equinoccio se funda con cada solsticio
Dejando a la serpiente descender hacia tu salón iluminado.
Que las luciérnagas estrambóticas y las mariposas psicodélicas
Enmarquen el altar que vele esta muerte chiquita,
Que el ocaso incite el encuentro de los cuerpos
Mientras que el alba reciba la conjunción de las almas.
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